Actualmente

Hoy seguimos trabajando preocupados por la realidad social y económica del país y sosteniendo este espacio de contención para la creciente población en situación de riesgo. Atendemos con las puertas abiertas a absolutamente todos los que diariamente se acercan, niños, ancianos, hermanos en situación de calle y familias necesitadas. A nadie se le cierra la puerta. Todos tienen su espacio. Movidos por el amor al que nos impulsa el evangelio de Jesús y tal como nos enseñara nuestro fundador el Padre Federico Grote pretendemos seguir dando una respuesta concreta y real con el único fin de aliviar la situación de angustia y padecimientos por la que atraviesan muchos hermanos. Pensamos y luchamos por una sociedad más humana y solidaria diciendo no al materialismo y al consumismo. Queremos situarnos frente al otro, viendo quien esta en nuestro camino con gritos silenciosos, con heridas en el corazón que nos interpelan con sus historias y nos animan a comprometernos con y junto a ellos. Estamos cerca acompañándolos cuando todos se alejan. No discutimos si es o no asistencialismo. Pensamos en la emergencia y en solucionar esa urgencia. Como dice el dicho latino “Res Non Verba”, “Hechos no palabras”. Que Dios Nuestro Señor nos sigan acompañando y bendiciendo.